Hoy me gustaría hablaros de la terapia de pareja y el concepto de las 4C. Estoy convencida de que a día de hoy ya no nos resulta tan raro si algún conocido nos dice que está yendo o que conoce a alguien que va a terapia de pareja, ¿verdad? Podemos decir, que, en los últimos años, la terapia de pareja ha ganado adeptos, y que, además se ha podido demostrar que tiene un porcentaje de éxito muy elevado, ya que, tres de cada cuatro parejas que han recurrido a ella han obtenido resultados positivos en sus relaciones.
Pero también me atrevería a decir que, igual que la terapia de parejas ya es más conocida, quizá no lo sean tanto las 4C, ¿me equivoco? Básicamente las 4C, hacen referencia a los cuatro pilares de una relación de pareja y que por tanto serán la biblia de toda buena terapia de parejas que se precie.
Me la juego a que cuando acabes este post, no vas a sorprenderte demasiado con las 4C, pero… ¿sabes por qué sí pondría la mano en el fuego? Porque me arriesgaría a decirte que, aunque la teoría te la sabes, en algún momento te has dejado a alguna de las C por el camino, y bueno, por si tienes dudas, aquí van las 4C:
- Comunicación, diría que es un pilar fundamental, pero en cualquier tipo de relación, no solo en las amorosas. En ocasiones, y sin ser conscientes de ello la descuidamos. La comunicación es la madre de las C porque es necesario que hablemos de nuestros gustos, los desacuerdos, debatamos e incluso discutamos, seguro que, en alguna ocasión, por no entrar en conflicto has optado por el silencio como respuesta, ¿verdad? Pues siento decirte, que, aunque es una solución no es una de las buenas, ya que ese silencio más que templar las aguas lo que hace es helarlas y acaba produciendo un distanciamiento en la pareja. Pero ojo, es igual de importante expresar nuestras opiniones y gustos que respetar los de los demás, por ello es super importante saber escuchar y empatizar con nuestra pareja, intentando crear pactos y acuerdos cuando surja un conflicto, siempre desde el respeto y la comprensión mutua.
- Creatividad, Es una capacidad importantísima en los seres humanos, ya que nos permite usar la imaginación para hacer las cosas de manera diferente y divertida, evitando la rutina. Será la chispa que impulse la relación, que la mantenga viva. La monotonía poco a poco nos lleva a la decadencia en nuestras relaciones. No se trata de hacer grandes cambios, ni innovar constantemente, pero sí se puede intentar hacer lo mismo de forma distinta. Por ejemplo, ese plato aburrido de verdura que nos ponía mamá cuando éramos pequeños, era siempre igual, con el mismo sabor y aspecto. El mero hecho de verlo nos producía ya rechazo. Pero un día imaginaros que a mamá se le ocurre condimentarlo y decorarlo, colocar la verdura en un plato bonito formando una carita sonriente. Ese día os aseguro que devoramos el plato porque lo vimos mucho más atractivo.
- Complicidad, Al igual que hablábamos con la comunicación, la complicidad es una parte esencial en muchas de nuestras relaciones personales, no solo con nuestra pareja. Entenderse con un simple gesto, una mirada o una caricia es lo que convierte a una persona en parte fundamental en nuestras vidas. Aceptarse como somos, con nuestros puntos débiles y fortalezas para emplear este conocimiento en beneficio de nuestras relaciones. Pero cuidado, no hay que descubrirlo todo, es bueno preservar un poco de intimidad para mantener la magia y que cada persona sea dueña de sí misma.
- Confianza, la confianza en una pareja es imprescindible, ya que, si no existe, la relación no tiene futuro. Hay que alimentarla y mantenerla, porque una vez que se ha perdido es difícil de recuperar, aunque no imposible. Una buena confianza nos da la seguridad necesaria para disfrutar de la relación, y sin ella, el miedo a perder al otro o los celos pueden convertirse en los sentimientos predominantes, haciéndonos vivir en constante tensión. Es super importante que confiemos en el otro, que le ofrezcamos libertad y que nosotros al mismo tiempo disfrutemos de ella. Es básico y necesario que cada persona tenga su espacio personal e individual para posteriormente crear un espacio común con su pareja.
Para que entendáis bien el impacto de las 4C imaginarlas de esta manera, pensad que cada C es la pata de una mesa, ¿qué pasa si una de las patas de la mesa se tambalea? Que la mesa puede caer, ¿verdad? Pues lo mismo ocurre en una relación si alguna de las 4C no está a tope. Pero ¿sabéis que es lo positivo? Que tiene solución, y que, igual que podemos atornillar la pata un poquito mejor para que no se mueva, podemos hacer terapia para reforzar esa C que está bailando, eso sí, por experiencia os digo, que cuanto antes empecemos… ¡mejor! Trabajaremos de una forma diferente y divertida donde las 4C estarán presentes también en nuestra terapia, ¿os animáis a probarlo?