¿Habéis sentido alguna vez cierta presión de vuestro entorno por evolucionar a nivel social? Me refiero, por ejemplo, a que, llegados a cierta edad que viene marcada no se sabe muy bien por quién, os preguntan antes un si vas a tener hijos que un qué tal te encuentras.
Existe cierta creencia sobre cómo debe ser la evolución en nuestra vida: tener pareja, casarse, comprar una casa, tener un hijo, otro, ahora busca a la niña que aún no ha llegado…y claro, visto así, en vez de decisiones de vida importantes, parece que estamos en unas olimpiadas.
Es verdad que estos patrones poco a poco van diluyéndose, sin embargo, es algo que está muy arraigado en la sociedad y que puede llegar a hacer mucha pupa.
Apostaría a que todos los que estáis leyendo esto, en algún momento, habéis sentido esa presión, y quizá en algunos casos os han llevado incluso a tomar decisiones importantes de manera precipitada. Así que, alerta spoiler: no pasa nada porque no sigáis las directrices de vida de las personas de vuestro entorno.
Es super natural que como personas queramos sentirnos parte de algo y estar en la misma línea de nuestro entorno, pero de verdad, podéis crear vuestro propio destino que os llevará también a lugares maravillosos.
Nos han hecho creer durante mucho tiempo que una persona debe llevar un patrón de evolución en su vida y quiero que, de la manera más consciente posible y desvinculándote de lo que pienses o sientas me contestes a lo siguiente: ¿crees realmente que importa que no sigas ese patrón? Me refiero a que puedes tener hijos sin casarte o tener una pareja, o puedes no tener hijos que tampoco pasa nada, o quizá nunca comprar una casa, o que lo que quieras sea crecer laboralmente… si lo piensas, nadie más que tú tiene las riendas de tu vida, así que hazme un favor y no le pases el testigo a nadie, simplemente sé tú.
Cuando tratamos de seguir una vida que no tiene por qué ser la nuestra, y queremos llegar a algo que no conseguimos, aparece un sentimiento de frustración que hay que manejar, pero además, este sentimiento se incremente si por parte de nuestros entorno no paran de llegar esas preguntas tipo test donde debemos decir en menos de 15 segundos en qué situación nos encontramos, por no hablar de los comentarios que se derivan de ellos en algunas ocasiones, porque claro, ¿quién no ha escuchado un “se te va a pasar el arroz” tras contestar “no” a la pregunta de si tienes hijos?
En algunas personas esta presión que acaban imponiéndose por seguir esa hoja de ruta puede originarles incluso ansiedad. Ya sabemos que todos en algún momento podemos vivir momentos de mayor ansiedad, pero es importante, que se queden en eso, en momentos puntuales porque sino podríamos acabar derivando en un trastorno por ansiedad.
La ansiedad suele manifestar un exceso de futuro, y ya te adelanto que tu cabeza en esos momentos no será tu mayor aliada. Deberás darles perspectiva a tus pensamientos y aprender a estar presente, practica el mindfulness y fluye.
Sé que, visto así, parece más fácil de lo que luego realmente resulta, pero por si te ayuda quiero dejarte un consejo, y como siempre, tú luego puedes tomar de aquí lo que creas que realmente puede funcionarte, pero mi recomendación es que busques tu propio camino, pero el tuyo, no el que esperan de ti o el que está establecido que debes seguir. No pasa nada porque aún no lo hayas decidido, no tienes por qué saberlo todo ya. Crea tus propios tiempos, no los del vecino, aprende que la vida son circunstancias y que por lo general no jugamos las mismas cartas que el de al lado, así que haz tu propia partida.
Obviamente a todo esto ayuda tener un entorno que nos ayude a proyectarnos en vez de amargarnos… ¿has oído hablar de las personas vitamina? ¿No? Pues tranquilo, en el siguiente texto hablaremos sobre ellos.
Como mensajes finales te dejo estos dos, que me gustaría que te apuntarás en algún lugar para recordarte todo esto si en algún momento pierdes el norte:
- Cambia el verbo deber por el querer, te aseguro que te sienta mucho mejor el segundo.
- Como dice esta frase que seguro habrás escuchado en algún momento de tu vida: “que todo fluya y que nada influya”.
Así que, ¿estás preparando para ser el dueño de tu destino?