Como ya hemos adelantado en otros textos, la autoestima está íntimamente relacionada con la gran mayoría de nuestro comportamiento. Aunque nosotros no seamos conscientes, cuando tenemos baja autoestima tendemos a situarnos a nosotros mismos contra las cuerdas y nos acabamos perjudicando con este comportamiento que no entendemos muy bien por qué se produce.
La autoestima no refleja nuestra imagen real, sino la percepción que tenemos sobre nosotros mismos, la cual podrá ir variando según el momento en el que nos encontremos o el entorno en el que nos relacionemos.
Las personas que tienen baja autoestima, por lo general, suelen manifestar inseguridad, un estado de ánimo bajo, suelen ser influenciable y tienden a dar mucha validez a lo que otros opinan de ellas. Y bueno, llegados a este punto… ¿quién no se ha sentido así en algún momento?
Puede que si tienes o has tenido una baja autoestima te hayas perdido planes o hayas tratado de satisfacer a todo el mundo pensando, erróneamente, que así les importarías más y te darían más valor. Quiero que tengas claro que estás en una lucha contigo mismo, los demás solo son un extra, así que vamos a ponernos manos a la obra para que ganes la batalla.
Supongo que habréis leído esas frases en las que se habla de que debemos querernos a nosotros mismos, porque si no te quieres tú quién lo va a hacer, ¿no? Y bueno, no voy a cuestionar la calidad del mensaje, pero si quiero trasmitiros tranquilidad, porque lo siento mucho, pero no podéis levantaros un día y empezar a aceptar y querer todas esas partes de vosotros mismos que durante mucho tiempo escondisteis en un cajón.
Lo primero que debéis entender es que todos, absolutamente todos, tenemos partes de nosotros mismos que no nos gustan, esto es una realidad. ¡Sí, sí! Incluso esa persona que muestra esa vida taaaaaaan maravillosa y que veis con una imagen perfecta, os confirmo que también hay cosas de su vida o su físico que no les gustan, y ¿sabéis por qué? ¡Básicamente porque nada ni nadie es perfecto! Entonces… ¿cuál es la clave?
Pues las claves, porque no hay una sola, no son difíciles, pero si requerirán que le des la vuelta al prisma desde el que te sometes a examen:
- El primer paso consiste en reconocer todo aquello que no nos gusta de nosotros, pero sin juzgarnos, y detrás de ese “pero” viene lo difícil: lo que no nos gusta de nosotros lo reconocemos muy rápido, sin embargo, nos juzgamos como si de un juicio a vida o muerte se tratara.
- Debes cambiar tu diálogo interno, la manera en la que te hablas es clave, no busques hacerte daño, trata de buscar el ser constructivo de manera real contigo mismo y aprende a relacionarte contigo mismo con compasión. Te tratas con demasiada dureza, mucha más de la que los demás depositan en ti, sé compasivo, es el camino hacia una autoestima más alta y fuerte.
- Busca metas realistas ya que en ocasiones nos planteamos metas inalcanzables, no caigas en eso. Cuando te propones metas muy desorbitadas, es posible que no las alcances y que por consiguiente te culpes por ello, ocasionando que tu autoestima baje como la marea. Recuerda que, aunque no es popular lo que voy a decirte, es importante: Puede que lo intentes mucho y no lo consigas, porque querer no siempre es poder y tranquilo, ¡no pasa nada!
- No te ancles en el pasado, lo que hiciste o viviste ya está, úsalo para tu futuro, pero no te quedes a revolcarte en él, el cambio está en el presente y los resultados en el futuro.
- ¡Cuídate! Seguro que siempre tienes tiempo para todo el mundo, pero… ¿dónde queda lo que tú necesitas? Debes aprender a pasar tiempo contigo mismo y para empezar qué tal hacer aquello que sabes que te flipa pero que llevas mil sin hacer porque “no tienes tiempo”.
- Haz un diario de agradecimiento, cada noche antes de dormir, prueba a apuntar tres o cuatro cosas que te hayan gustado de tu día, pueden ser cosas externas o cosas que te han gustado de cómo tú te has comportado con el resto.
- Recuerda que vales mucho, pero que tu valor no depende de lo que hagas por los demás. Tú, eres tú y tus circunstancias, no las de tu entorno.
Para acabar te dejo una frase que leí en internet y que le va como anillo al dedo al tema de hoy:
“La única persona que estará contigo toda la vida, eres tú. Así que ámate, considérate, cuídate y vive orgulloso de ti.”