Volverás a disfrutar del sexo

3

Alzheimer y sexualidad

El Alzheimer es un tipo de demencia que cursa con problemas de memoria, deterioro cognitivo y alteración del comportamiento. Los síntomas de la enfermedad son degenerativos, se desarrollan lentamente y empeoran con el tiempo.

Aunque no se ha encontrado aún cura para el Alzheimer, sí hay tratamientos para mejorar la sintomatología y la calidad de vida de las personas con Alzheimer y sus cuidadores, y de eso trata la terapia sexual. La enfermedad del Alzheimer no tiene por qué hacer que desaparezca el deseo de tener intimidad y practicar relaciones sexuales, aunque el avance de la enfermedad puede traer cambios en los deseos, sentimientos y conductas de ambos miembros de la pareja o en la forma de en que lo expresan.

¿Cómo es la sexualidad en personas con Alzheimer y cuándo necesitamos terapia?

El Alzheimer es una enfermedad que avanza por fases de deterioro, la sexualidad se ve afectada de manera distinta según la fase.

En las primeras fases del Alzheimer tras el diagnóstico, la persona se siente confundida, triste, frustrada… Estas emociones pueden generar angustia o estrés y hacer que la persona se aísle y le cueste expresar sus necesidades sexuales. El tratamiento farmacológico puede tener también como efecto secundario la alteración del deseo o respuesta sexual.

Conforme avanza la enfermedad las alteraciones cerebrales pueden manifestar también cambios en el comportamiento sexual de la persona. Esto puede ir desde la apatía y ausencia de deseo sexual, hasta una conducta desinhibida, impulsiva o hipersexual. Este comportamiento es parte de la sintomatología del Alzheimer y no siempre significa que la persona quiera tener sexo. Este comportamiento hipersexual puede ser por distintos motivos: una forma de buscar afecto, el momento del día, cambios a nivel cerebral, circunstancias malinterpretadas, olvido, aburrimiento, etc. Asimismo la reducción del deseo sexual puede ser por: una enfermedad física, hormonas desajustadas, efectos secundaros de la medicación, depresión, sentimiento de pérdida emocional de la pareja, etc.

También es importante considerar en la terapia el impacto en la pareja de la persona con Alzheimer, pues esto también afecta a su sexualidad y frecuentemente baja su deseo sexual por pensamientos de culpa por querer tener relaciones con alguien con Alzheimer, sentir que la pareja es una desconocida, que le ha olvidado, etc. 

Es recomendable acudir a terapia cuando esto está ocasionando un distanciamiento en la pareja o un gran malestar en alguna de las partes, o si se desea cambiar o mejorar la situación actual.

¿En qué consiste la terapia sexual en Alzheimer y cuánto tiempo se necesita?

Las personas con Alzheimer mantienen la capacidad de sentir placer por lo que siguen necesitando el contacto físico. El tiempo de la terapia depende del proceso de la enfermedad y cómo se encuentra el ámbito sexual en esos momentos.

Los puntos clave a trabajar en la terapia sexual en el Alzheimer son:

1. Cambiar la forma de entender el sexo:

Será clave tener una mentalidad abierta en cuanto al sexo y la intimidad. Hay parejas que aún pueden sentirse bien con el sexo cuando otras maneras de conexión se han deteriorado, en cambio otras, necesitan buscar otras formas de disfrutar de la intimidad y el afecto. Por ejemplo, dando prioridad a otras maneras de mostrar cariño o de tocar a la persona sin componente sexual: cogerse las manos, acurrucarse, dar un masaje, abrazo, bailar…  Se trata de buscar alternativas a la relación sexual para lograr un nuevo equilibrio en la pareja.

2. Regular la respuesta sexual desinhibida (si la hay) en la persona con Alzheimer:

Junto con el equipo médico podremos encontrar las causas del comportamiento sexual alterado y plantear una intervención integral. Buscaremos formas de modular este comportamiento sexual desinhibido: redirigiendo las conductas hacia el ámbito privado, dándole atención de otra manera, reconfortando las necesidades afectivas de la persona con muestras de cariño, cuidando nuestra reacción (susto, enfado…), darle órdenes amablemente, etc.

3. Trabajar con la pareja que se convierte en cuidador:

A nivel de pareja la relación cambia, y es importante trabajar también las necesidades sexuales del cuidador ya que la relación con la persona cambiará. Lo que era una relación de iguales se convierte en una relación desigual, en la que la persona saludable pasa a cuidar a la persona enferma, y además el Alzheimer hace que la persona que conocías se convierta en alguien completamente distinto, con reacciones que no habías visto antes y con quien se dificulta la comunicación.

Se trabajará también el deseo o interés sexual, que normalmente disminuye. Así como la incomodidad y la culpa ante el pensamiento de que no está bien tener relaciones sexuales con una persona con Alzheimer, o la confusión si la persona no se comporta sexualmente como antes y parece alguien desconocido.

También será importante en la terapia sexual ayudar al cuidador a atender su propio bienestar y necesidades emocionales, y ayudarle a satisfacer sus propias necesidades sexuales.

¿Qué aporta mi terapia de sexualidad para Alzheimer?

Mi experiencia como sexóloga con formación específica en sexualidad en Alzhéimer te ayudará a entender la sexualidad libre de tabús y prejuicios. La terapia os ayudará a regular vuestros sentimientos ante las distintas situaciones y comportamientos sexuales que surjan durante la enfermedad. La sexualidad en el Alzheimer normalmente es un tema que no se trata o se hace sólo de manera biológica, yo te ayudaré a entender la sexualidad como parte de las conductas y emociones de la persona. Brindándote una atención: completa, cercana y de calidad.

Resultado de la terapia sexual en personas con cáncer

Gracias a la terapia el sexo se convertirá en algo que añada bienestar a la persona con Alzheimer y a la pareja, y no será un problema añadido. Aprenderás nuevas formas de entender la sexualidad, como algo que va más allá del acto sexual.  Es posible disfrutar de la sexualidad teniendo Alzheimer, te ayudaré a aceptar tus limitaciones conociendo tu cuerpo y tu respuesta sexual, y qué puedes hacer para no renunciar al sexo y adaptarte a esta nueva situación.

La felicidad no es la ausencia de problemas es la habilidad para lidiar con ellos. Te ayudo.

¿Tienes dudas o preguntas? CONTÁCTAME